Metamorfoseándoteme
En el principio era el Verbo. Y el Verbo era Conmigo. Y el Verbo era Yo. Jamás entendieron esto, tan elemental, tan básico. Se los dije...
En el principio era el Verbo. Y el Verbo era Conmigo. Y el Verbo era Yo. Jamás entendieron esto, tan elemental, tan básico. Se los dije...
Apoltronado en el sillón, cierra los ojos. El confinamiento obligatorio lo encuentra solo en su casa de ladrillos. La gabardina parece...
Arriba al andén. A través de un claro de su larga gabardina negra de corte cruzado con ocho botones, la cadena de su reloj de bolsillo...
S.H. descubrió que era taciturna. S.H. también decidió autodenominarse asÃ, como un caso clÃnico psicoanalÃtico, no porque se considerara...
Hacia tiempo que no se quedaba observando el oleaje con tanta vehemencia. La misma vehemencia que las olas parecÃan tener al chocar...
¡Puf! LlovÃa por todos lados, por arriba, por abajo, por los costados. No alcanzaban los paraguas ni los pilotos, ni los autos ni los...
Reluctante. Anacrónica. Insistente. Insistente. Se detiene en esa palabra. Irónica metáfora... "In-sistente", piensa, "quedarse clavado...
Se detiene abruptamente. Se siente aturdida. Su cabeza es como un lavarropas en función de centrifugado; todo va a mil revoluciones por...
Una ráfaga colosal. Un coloso atropellado. El atropello inminente. La inminencia contundente. La contundencia sorpresiva. La sorpresa...
RÃo de napas infinitas, cadencia sensual de tu ondulada cabellera roja, el sol se enciende en tu piel curtida, viva, traslúcida. Vaya...
Y darle vuelta la cara al destino sólo para volver a encontrarlo. Y no creer en el destino, sino en ir creando el camino. Y que el camino...
Un mensaje personalÃsimo para 2019: Gracias por los fuertes cachetazos que sacudieron toda mi realidad, resignificando gran parte de mi...
En algún momento entre el 31 de diciembre de 2018 y hoy, 24 de diciembre de 2019, se pasó casi todo el año. Todo este año. Y aquÃ...
Buenos Aires, ciudad abierta, hostil, reminiscente, perezosa. De fugaces lunas azules y cielos esparcidos en la nada. ¡Cuán lejos de mÃ...