Reflexiones del Fin del Mundo
- Cyndi Viscellino Huergo
- 20 mar 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 23 mar 2020
Todo lo que empiezo a escribir lo borro. Nada de lo que escribo me resulta útil.
Nada de lo que escribo refleja (paradoja reflexiva) lo que voy sintiendo, pensando, creyendo.
Pero necesito escribir. Necesito al menos exorcisar algunos de mis demonios.
Me recuerdo que son reflexiones.
Re-fle-xio-nes.
Re-flexiones.
Si hay algo que esta situación está pidiendo es flexionar(me), flexibilizar(me), elastizar(me).
Cuarentena local por pandemia. Cuarentena global por pandemia. Un virus nanométrico que se extiende veloz para hacernos mirar hacia adentro. Y hacia afuera.
A mí. Y al Otro frente a mí. Y al Otro a mi lado. Y al Otro en los otros hemisferios del planeta.
Un virus que no se deja ver a simple vista (perdón por la redundancia) poniendo nuestra omnipotencia de rodillas.
Somos hijos del rigor, no hay caso. Nosotros, que evolucionamos un cerebro hasta alcanzar una corteza cerebral que nos permite la abstracción, la anticipación, la creatividad, el análisis, la prevención. Nosotros, que abusamos de lo que abunda, descuidamos lo que se regala y anhelamos lo que nos falta. Nosotros, que pensamos sólo en nosotros o pensamos sólo en el otro. Por costumbre. Por culturalización. Por aprehendizaje. Nosotros, que nos llamamos -en mayor o menor grado- "Nos" u "Otros"...
No todos, claro. Pero muchos.
NOSOTROS.
LOS SERES INTELIGENTES.
LOS DEL SENTIDO COMÚN.
LAS PERSONAS.
LOS SERES HUMANOS.
Entonces, aquí estamos, por primera vez en la historia siguiendo la pandemia minuto a minuto. En Argentina, en Bután o en Italia. Lo que leemos hoy es el reflejo (otra vez la paradoja reflexiva) de lo que pasó hace catorce días. Aislarnos físicamente hoy es lo que está generando lo que se reflejará en los medios (¿la realidad?) dentro de al menos catorce días. Pasado, presente y futuro conviviendo en nuestra consciencia como pocas veces. La naturaleza regulando nuestros desbordes, dándonos un cachetazo para ver si retomamos el curso de preservarnos, cuidarnos, escucharnos, crecer juntos. Los héroes y súperheroes (¿debo acentuar esta palabra dos veces?) verdaderos allí afuera, exponiéndose a la pandemia para que nosotros estemos atendidos en nuestras necesidades. Muchos de nosotros, atendiendo las emergencias físicas. Otros, atendiendo las angustias, el pánico, los miedos que también se convirtieron en pandemia dentro de la pandemia. Otros, asistiendo a los sectores más vulnerables (sí, los hay aún más vulnerables).
Todos manteniendo distancia de al menos dos metros entre cada uno.
Sin besos.
Sin abrazos.
Sin apretones de manos.
Lo más parecido al marasmo* posible.
Todos conectados por la modernidad de la virtualidad. Esta virtualidad que intenta, esta vez, no enmascararnos sino todo lo contrario. Esta virtualidad que está queriendo ajustarse a esta realidad y darnos un poco de contacto en medio del obligado aislamiento físico. Esta virtualidad que se dirime entre la mirada con filtro de conejitos y la mirada transparente del alma anhelante del encuentro con otra persona.
Sin besos.
Sin abrazos.
Sin apretones de manos.
Con miradas más amorosas.
Con miradas solícitas y solicitantes de humana visibilidad.
Todos queriendo ser vistos.
Todos mirando hacia el mismo lado.
(¿Todos mirando hacia el mismo lado?)
Entonces me digo: "Cyndi, estamos viviendo un momento bisagra, universalmente histórico. Cuando esta pandemia pase (porque va a pasar) y nos volvamos a ver a los ojos los unos a los otros personalmente y no con dos pantallas de por medio como ahora mismo, no vamos a ser los mismos. NO PODEMOS seguir siendo los mismos. Si esto no es una muestra de la grandeza de la vida, de vernos como parte de la inmensa red de vida a la que pertenecemos, de nuestra in-fluencia en nuestro entorno, habremos de perder una oportunidad única en...¿cuánto? ¿quinientos años? ¿primera vez en la Historia? de re-conocer y habilitar nuestro potencial de superación como especie. Si no aprendemos ahora de esta lección..."
¿Si no aprendemos ahora de esta lección?
Creo en Nosotros. Creo en Todos Nosotros. Soy una fan de la Humanidad. Llegamos hasta acá habiendo transitado rutas imposibles (o así parecieron en su momento) desde hace al menos doce mil años como homo sapiens. La extinción es algo a lo que tememos pero resistimos porque sabemos, SABEMOS, que todavía no desplegamos todo nuestro potencial como especie.
De una cosa creo que estamos más o menos seguros (o estamos comenzando a estarlo): no podemos seguir como venimos; no podemos seguir maltratándonos es pos de tener más, de querer más, de generar más a costa de someternos a los mismos sistemas que creamos para lograrlo. Somos nobles, somos resilientes, somos inventivos.
Somos humanos.
NOSOTROS.
LOS SERES INNOVADORES.
LOS SERES SENSIBLES.
LOS SERES EMPÁTICOS.
LOS SERES AMOROSOS.
LOS SERES HUMANOS.
Es un honor estar dando este paso trascendente junto a Todos Ustedes.
Junto a Todos Nosotros.
Cyndi Viscellino Huergo © 2020 Todos los derechos reservados
* Suspensión total de la actividad de una cosa o de la actividad física o mental de una persona

Comentarios